7 razones para no ver 'Terminator: Génesis' (y una para verla).

Una de las peores películas del año y un insulto para una saga de calidad. 7 razones para no verla:

1 No es Terminator

No me gusta este tipo de argumentos puristas, pero es que esta vez es de juzgado de guardia. Toda la trama principal que lleva desarrollándose y matizándose cuatro películas se resetea a los veinte minutos de película, no quedando absolutamente nada del hilo inicial, cortesía de las realidades paralelas.

2 Es un disparate

Por más que esta sea una saga de acción, siempre ha tenido un respeto por la ciencia ficción y ha mantenido una coherencia con sus premisas. Referencia habitual al hablar de cierto tipo de esquema de viajes en el tiempo. Aquí todo se dinamita y se convierte en un sinsentido absoluto, acompañado de un todo vale -aspectos casi mágicos. Incluso los propios objetivos de la película, se vuelven inválidos, porque aunque repitan una y otra vez que nada cambia y que va a ocurrir esto y lo otro, en la primera media hora ya lo han contradicho.

3 No tiene gracia...

Y bien que lo intenta. Continuamente se lanzan líneas de diálogo que pretenden ser jocosas pero que no arrancan ni media sonrisa. Se recurre al running gag para intentar acuñar frases, como lo hizo la segunda entrega. “Teóricamente”, “Viejo, pero no obsoleto”… las podrían repetir mil veces que a nadie le interesaría. También se quieren lanzar guiños como “Volveré” pero lo que pretende ser épico, resulta absurdamente forzado.

4 ...y sin embargo es risible

Involuntariamente, claro. Pero cuando uno ve que por motivos de guión, se puede hacer una máquina del tiempo en un garaje, o que a la hora de robar un vehículo se decantan por un autobús escolar, no queda otra que reír -mejor que llorar.

5 No hay director

Os dirán que la dirige Alan Taylor, responsable de mucha televisión y del rollete de Thor: El mundo oscuro. Lo cierto es que está dirigida entre la segunda unidad, para las escenas de acción, y el departamento de efectos especiales, para el espectáculo visual. Pero no hay un solo plano con fuerza, no hay tensión, no se aprecia la metálica contundencia de la saga, no hay nada que se quede unos segundos en la rutina. Vacío.

6 Reparto desastroso

Emilia -Daeneys- Clarke es muy mona, pero demasiado dulce para ser una Sarah Connor. El John Connor de Jason Clarke es grotesco, y nada en la línea de los anteriores. Al pobre Arnold lo tienen de mono de feria. El ganador de un Oscar, J.K. Simmons, pasaba por allí con un personaje que podría desaparecer y la película se quedaría igual. Pero la palma se la lleva Jai Courtney, un intérprete absolutamente carente de carisma, para interpretar al mítico Kyle Reese.

7 Una película contada

Los giros son tan rocambolescos, y muchas veces fuera de las propias normas de la saga, que es necesario que la película esté constantemente explicada. De principio a fin, los personajes necesitan preguntar y responder acerca de detalles que a veces saben de forma imposible. Como en una de Nolan, pero a lo bestia, y además, sin ningún sentido, por lo que, en el fondo, da igual.

Y después de todo, una razón para sí verla:

Todas las anteriores

La película es tan ridícula, tan desastrosa, tan loca y disparatada, que uno la puede ver a modo casi de Kung Fury sin gracia voluntaria. Es como una película de acción salida de la mente de Bart Simpson. Una desfachatez tan mal hecha y tan tramposa, que da cierta libertad al espectador, la de sentir que puede ocurrir cualquier cosa en la siguiente escena, con sentido o sin él, y que no habrá ninguna limitación razonable a la hora de hacer avanzar la trama. Además, como continuamente se inventan un giro absurdo, o un elemento forzado, te mantienen entretenido. No se preocupen, queridos espectadores, apaguen el cerebro y disfruten.