Las 10 mejores películas de ciencia ficción de 2014

Sigo repasando el cine estrenado en 2014. Después de hablar de la curiosa tendencia del cine en formato estrecho, paso a comentar mi género favorito: la ciencia ficción. Hemos tenido varios títulos interesantes, y de lo más variados, desde taquillazos para todos los públicos hasta la ciencia ficción más inaccesible.

Antes de empezar quiero hacer mención a tres títulos que no han entrado en la lista. Los dos primeros, se deben a que no se han estrenado, y sinceramente, no estoy seguro de que lo vayan a hacer. Under the Skin de Johnathan Glazer, entraría directa al primer puesto, una obra abstracta, surrealista, hipnótica. Mi crítica de Under the Skin. En segundo lugar, Los últimos días en Marte, una ciencia ficción casi costumbrista sobre el planeta rojo, muy sugerente. Mi crítica Los últimos días en Marte. Y por último, Robocop, que por calidad no merece entrar en la lista, pero que creo que sirve, junto con la película original de Verhoeven, para observar como ha cambiado la sociedad y el cine en estos 30 años. Y eso me parece interesante a la hora de hacer un repaso del año.

Y ahora sí, vamos allá.

10 – Godzilla

Es cierto que, para los que esperábamos mucho de Godzilla, fue algo decepcionante, porque cae demasiado en el blockbuster fácil. Pero Gareth Edwards, el director, consigue reciclar la idea de su primera película, Monsters, y sitúa el nivel emocional a la altura de esas criaturas gigantes. Tiene varias ideas muy sugerentes en su primer tercio, pero sobre todo, una estética virtuosa que nos ha dejado una de las escenas más bellas del año.

Mi crítica de Godzilla

9- Lucy

La última película de Luc Besson es un disparate. Y lo es en la línea de su mejor cine de entretenimiento desprejuiciado, como El quinto elemento. En la medida en que la película tiene pretensiones científicas y filosóficas -y vaya si las tiene- es un desastre, pero todo el aspecto de pura diversión funciona de maravilla. Lucy es un cúmulo de locuras fabulosas, que quizá tenga su punto álgido en la llamada telefónica durante la operación. Lucy es muy cool -Scarlett Johansson y la película. Es atrevida y original y nos coloca en las situaciones más jugosas sin importar lo insensatas que puedan resultar. Es decir, Besson en estado puro.

Mi crítica de Lucy

8- Guardianes de la Galaxia

Las películas de la factoría Marvel no suelen interesarme demasiado, pero este año hemos tenido dos ejemplos muy buenos. Uno de ellos es esta especie de Star Wars gamberrilla post-80. Con la ligereza divertida a la que nos tiene acostumbrados la marca, pero con un fondo emocional mucho más buscado. Se puede entender la película como un espectacular y divertido space opera, tanto como una historia ochentera de adolescentes marginados. Las dos películas coexisten y se retroalimentan. Es también una película sobre los nuevos mitos de la generación de los ochenta.

Mi crítica de Guardianes de la Galaxia

7- X-Men: días del futuro pasado

Y esta es la otra película de Marvel que me ha interesado. La serie de X-Men siempre ha sido uno de sus mejores productos, y Bryan Singer, director de las dos primeras entregas, la ha devuelto a sus mejores tiempos. De hecho, creo que es la mejor de todas. Combina dos tiempos. Un futuro oscuro, de tecnología alienante, terrible y a la vez, fascinante. Por otro lado, unos años 70 rodados con cierta nostalgia. También combina con buena mano una cierta densidad dramática, con la ligereza de un producto de entretenimiento. Muy en su punto.

Mi crítica de X-Men: Días del futuro pasado

6- Her

Su planteamiento de la pareja algo machista y en cualquier caso, su visión convencional de las relaciones -y algo cursi a ratos- me deja un regusto amargo que me impide alabarla tanto como hacen otros. Pero lo cierto es que como pieza de ciencia ficción, me parece muy interesante y muy moderna, precisamente contrastando con su estilo romántico anticuado. Mientras que la literatura de ciencia ficción ya lleva años con esa corriente que viene a llamarse postcyberpunk, en el cine asoma tímidamente. Sin embargo, Her entra de lleno y nos habla de cómo la ciencia está al servicio del bienestar social, con un futuro en tonos claros donde la convivencia con la tecnología ya no es traumática sino agradable, acogedora. Incluso, emocional. Tecnología que invita a enamorarse de ella. Un gran trabajo estético de Spike Jonze, que además cuida cada detalle futurista con sensatez y buenas ideas.

Mi crítica de Her

5- Interstellar

Christopher Nolan sigue en su empeño de crecer hacia la grandilocuencia más absoluta y nos plantea aquí una gran epopeya espacial con aspiraciones a ser la obra de ciencia ficción definitiva. No creo que sea el caso, pero sí es un gran trabajo de ciencia ficción dura, que presta una especial atención a que todas las especulaciones, que son bastante atrevidas, tengan una base científica. En mi opinión está muy conseguida. Y aunque se oyen ciertas reticencias ante la paradoja temporal que plantea, mi punto de vista es que resulta perfectamente coherente. Bebe de películas como 2001, Solaris, Contact o Sunshine. Consigue llevarnos al otro extremo del universo y hacernos sentir que estamos allí, lejos de todo en el espacio y en el tiempo. Pocas veces la inmensidad del espacio ha estado tan conseguida. La banda sonora de Hans Zimmer, más ambiciosa que nunca, está a la altura cósmica y te mantiene clavado a la butaca. Por otra parte, Nolan rueda un futuro al principio intrigante, con toda su capacidad de ganar la atención del espectador, en un estilo muy cercano a los primeros Spielberg, con gusto por los pequeños detalles. Patina un poco cuando divaga sobre el amor con frases de cartel de Facebook, pero se le puede perdonar.

Mi crítica de Interstellar

4- El congreso

Una arriesgada adaptación libre de una novela de Stanislaw Lem, ya de por sí bastante extraña, que se une a una historia en la que Robin Wright se interpreta a sí misma. Con un argumento de lo más original y un desarrollo algo complejo, Ari Folman reflexiona sobre la realidad y sobre la representación de la misma a través del arte. Una obra con un planteamiento filosófico muy ambicioso, con una forma entre la animación y el mundo real. Además, Robin Wright desnudando las debilidades de su carrera. Por otra parte, la película también habla de una sociedad viviendo en el autoengaño. En algunos aspectos es algo críptica, o más bien farragosa.

Mi crítica de El congreso

3- Coherence

Coherence ya se ha ganado su lugar entre títulos como Primer o Triangle, un rompecabezas que hay que seguir con atención para no perder el hilo. Componer las piezas desordenada por ese díscolo gato de Schröndinger. Una historia fría, cerebral, pero más allá de la premisa cuántica, de fondo nos propone cuestiones tan elementales como la definición del Yo. ¿Qué nos hace ser lo que somos? La búsqueda de nuestra propia personalidad, puede llegar a cambiarla -otra idea muy cuántica. Un guión ágil, original, y con más fondo de lo que podría pensarse. Finalmente, no importa si hemos entendido todos los detalles de la trama, pues el resultado es comprensible igualmente.

Mi crítica de Coherence

2- Upstream Color

Y si hablamos de rompecabezas, no podemos dejar de citar al rey, Shane Carruth. De hecho, acabo de nombrar su ópera prima, Primer. Con Upstream Color continúa siendo terriblemente críptico, pero a diferencia de su compleja Primer, que tendía una construcción puramente lógica que terminaba construyéndose inequivocamente, en esta segunda película, la esencia es más metafórica y emocional. Se pueden hacer varias lecturas, pero sobre todo está relacionada con los impulsos instintivos del ser humano, nuestra naturaleza, nuestra parte animal. Si Coherence se pregunta sobre nuestra identidad desde un punto de vista conceptual, abstracto; Upstream Color busca más nuestra naturaleza, en el sentido más antropológico. Pero también habla sobre la creación, sobre el arte. Consigue una atmósfera enigmática, mágica, que se forma con una estética visual muy resultona, con una pequeña cámara de fotos, y un sonido verdaderamente cuidado y protagonista. Es intrigante, misteriosa, absorbente. Carruth ha tardado 9 años en volver a estrenar película, esperemos que no tarde tanto con la tercera.

Mi crítica de Upstream Color

1- Snowpiercer

El primer puesto se lo ha ganado Bong Joon-ho por varias razones. Snowpiercer es una de las películas más divertidas del año, con escenas de acción emocionantes, con un planteamiento original y con broches de humor. Es también una obra de un poder visual desbordante, con la inmensa capacidad del coreano para llenar la pantalla con planos apabullantes, desde ángulos insospechados y con movimientos acertadísimos. Es una ciencia ficción refrescante, muy libre, muy desatada, imaginativa, sugerente. Pero sobre todo, el director sabe que la fuerza de sus historias no está ni en las coreografías ni en los efectos especiales, sino en el factor humano. Cada plano, cada traveling, cada situación está sostenido por los carismáticos personajes, incluso en mitad de una secuencia de acción aparatosa. Por si fuera poco, Snowpiercer nos habla de la lucha de clases, de cómo está regido el mundo y de la necesidad de resetear por completo el sistema en el que viajamos todos. Lo hace con una metáfora, si se quiere muy obvia, pero al mismo tiempo, muy completa y especialmente afinada. Una gozada.

Mi crítica de Snowpiercer