Las películas de Robocop

Se estrena la nueva versión de Robocop (el remake, el reboot o lo que quiera ser) y claro, es inevitable recordar las viejas películas, tan queridas para algunos de nosotros. Vamos a dar un pequeño repaso a la saga.


Robocop
1987 - Paul Verhoeven
La obra maestra



Después de varias películas exitosas en Holanda, y de que los americanos coprodujeran Los señores del acero, Hollywood ofreció el proyecto definitivo para que Paul Verhoeven saltara el charco e iniciara su exitosa carrera en EEUU. Inicialmente no estaba demasiado convencido con el guión, llegó a descartarlo y fue su mujer la que tuvo que convencerle de que aquella historia encerraba más de lo que parecía y que podía sacarle partido. Y Verhoeven se lo tomó muy en serio: le sacó chispas.

En una película que aparentemente es un divertimento de acción -y también lo es- Verhoeven pone sobre la mesa cuestiones mayores. Habla sobre la identidad del individuo, amenazada constantemente por la burocracia y la alienación del sistema. Pone en entredicho un código de valores éticos de principios rígidos (directrices), como una herramienta fallida para afrontar los problemas reales (podemos pensar en la religión, en los fundamentalismos). Habla de algo muy actual: el capitalismo salvaje, la privatización de servicios públicos básicos (la policía en este caso). Podrá parecernos algo de ciencia ficción (las megacorporaciones son un clásico en el cyberpunk), pero ahí tenemos los cambios actuales en la ley para que los vigilantes privados puedan detener. Y no olvidemos que la película se realizó en plena era Reagan. Toda una crítica a los neocon.



A pesar de todo esto, la película fue tachada de fascista, justo en la línea opuesta de lo que pretendía. Al director le volvió a pasar lo mismo con Starship Troopers años después. Y es algo que suele ocurrir en general cuando una obra no tiene una denuncia suficientemente explícita y se mueve en un tono de sátira agresiva. No ayudó que la película fuera brutalmente violenta, algo habitual en Verhoeven. Es contundente, industrial, salvaje. Balazos implacables, deformaciones, crueldad, muertes como simple rutina de oficina. La violencia física está a la altura de la violencia invisible que ejercen los ejecutivos sin escrúpulos. Todo son negocios.

Por si todo esto fuera poco, el extraño director decidió aprovechar para representar, con este policía robótico, la figura de Jesucristo. Nada más y nada menos. Por supuesto, parte clave de ello es la torutura, muerte y resurrección del personaje, pero también se permite incluir referencias bíblicas al componer planos de tal manera que el personaje parece caminar sobre las aguas.

Y un último detalle: el guión de Robocop es simétrico. Seguid ese enlace que os dejo donde lo desarrollo más porque el tema da para artículo entero.

Robocop 2
1990 - Irvin Kershner
Género radical

La secuela corre a cargo de Irvin Kershner, el director de El imperio contraataca. En mi opinión, una elección acertada. La película se olvida un poco de las particularidades de la primera entrega, especialmente en el mensaje político -y desde luego en la imagen de Cristo- y, como buena secuela, se centra en los elementos que vertebran la saga. Algo que el director ya consiguió con la saga galáctica. Los guionistas de la primera habían construido un universo cyberpunk, tomando elementos de los cómics de Juez Dredd. Ambientada en Detroit, la ciudad del motor y escenario perfecto para el género, y con rasgos claros como el desprecio al cuerpo y la integración mente-computadora. Pues bien, todas estas características se enfatizan en la segunda parte, incluyendo además otras propias del género como son las drogas sintéticas. Además, se dibuja un futuro aún más distópico, más oscuro. El guionista encargado de llevarlo a cabo es el mismísimo Frank Miller, reconocido escritor de cómics, hoy más famoso que entonces porque se han llevado al cine Sin City y 300. Miller ya había escrito su versión crepuscular de Batman en The Dark Knight Returns, donde planteaba una especie de futuro (en realidad es una ucronía) bastante oscuro. También en su Batman, año uno, había planteado un Gotham criminal, con un ambiente de degradación muy similar al que aplica al guión de Robocop.

La película aprieta el acelerador de la sordidez. Plantea un niño delincuente en un entorno degenerado hasta el extremo. El ensañamiento y la crueldad es mayor si cabe. El retrato de este futuro distópico está cubierto de humor negro, en referencia a muchos aspectos pesimistas de cara al futuro: el efecto invernadero, la frivolidad de la televisión... En este sentido es una propuesta radical, que sin ser redonda como la primera parte, ni tan ambiciosa, busca impactar más y ser más radical en su propuesta de género, lo que la convierte en una obra más interesante que muchas otras políticamente correctas.


Robocop 3
1993 - Fred Dekker
La saga a la basura

Frank Miller sigue a los mandos del guión pero parece haber perdido el norte. Una trama tonta, infantil, inofensiva cuyo máximo aliciente es que el héroe ahora puede volar. Un director sin talento, Fred Dekker, que había rodado un par de películas de terror ochentero. Un villano roboninja ridículo y, en general, la sensación de que los productores solo quieren vivir de rentas. Ni siquiera el actor de las anteriores, Peter Weller, quiso participar. No funcionó y aquí se acabó la aventura cinematográfica del héroe de acero. Quedaron después los dibujos, series, cómics (el propio Miller ya había escrito para cómic Robocop vs Terminator).


Robocop
2014 - José Padilha
Empezamos de nuevo



Y como ha pasado suficiente tiempo para que hayamos olvidado la degradación de la saga, y los reboots están en plena forma, aquí tenemos la nueva. Será como digo un reboot, empezar de nuevo sin tener en cuenta lo hecho hasta ahora, pero por lo que se puede ver ya en los avances, jugará la baza de repetir algunos elementos claves de la primera película (frases y demás). La imagen que da esta nueva entrega es de un lavado de cara: un traje más estilizado, los efectos especiales actualizados. Una película para aprovechar el éxito de Iron Man: acero, acción y referencias a la guerra. Se ha contratado a un director brasileño que ya ha demostrado buen pulso con la acción: José Padilha, el de Tropa de élite. Secundarios de lujo como Gary Oldman, Michael Keaton, Samuel L. Jackson, Jackie Earle Haley y Michael K. Williams. Creo que es de esperar un producto digno, entretenido, con ritmo, pero sin ninguno de los elementos que le dieron personalidad a las dos primeras entregas.

Veremos.