Mis películas en los Findes Precríticos

A estas alturas, llevamos tantos Findes Precríticos, tantas quedadas con mis compañeros de esta web para ver cine y cine sin parar, que hacer un ranking concretísimo es un ejercicio de exactitud imposible. Lo voy a intentar. Voy a enumerar todas las películas que he llevado intentando, esto es lo difícil, ordenarlas de la mejor a la peor siempre según mi criterio, exclusivamente. Pura subjetividad y personalísimas querencias. Y ni que decir tiene que, hoy, es así; mañana o pasado el orden quizá sería otro, sí.

8 y medio
Una película quizá algo castigada por los años. Más que por los años como tal, por los cientos de reciclajes que ha padecido en manos de tantos y tantos imitadores y admiradores. Super influyente, compleja y mágica.

Reencarnación
Un hallazgo, una maravilla construída sobre un argumento tan inverosímil, tan imposible, que no deja de sorprenderme el modo en que Glazer ha construído tan delicada joya. Una virguería que en su primer visionado me entró con cierta dificultad y que he ido apreciando más y más con el tiempo.

Boogie nights
Un tour de force juvenil, eléctrico, rabioso. El grito al mundo de que un nuevo talento había llegado: Paul Thomas Anderson. Sobran las presentaciones.

La conversación
Entre Padrinos, Coppola se descuelga con una cinta aparentemente menor en producción y ambiciones... Aparentemente. Igual de ambiciosa, plena de talento, en el mejor momento creativo de su director. El cazador cazado, en la era de la paranoia tecnológica.

Los amantes del Pont-Neuf
Leos Carax decide que basta ya de tonterías y gasta lo que nunca se había gastado en el cine francés para contar la historia de amor (y mucho más) de dos mendigos. La megalomanía es un término corto de miras si hablamos de Carax. El relato esquizofrénico de dos enfermos continuamente en llamas.

All that jazz
Autobiográfica, demencial, enorme, desbordante, brillante, Bob Fosse confesando sus pecados y marchándose de este mundo con un musical más allá de lo imaginable. Bye bye life!

Mishima
Biopic muy diferente, en manos del análisis efervescente de Paul Schraeder. La música de Phillip Glass ayuda a trazar un relato a tres niveles, uno de ellos dando respuesta visual a varias de las creaciones literarias de Mishima. Fascinante.

Aguirre y la cólera de dios
El personaje perfecto para esa dupla rabiosa que formaron Herzog y Kinski. Una aventura que ambos vivieron en sus carnes al rodar en escenarios naturales, algo que Herzog hará durante toda su carrera. Sarna con gusto...

Koyaanisqatsi
Documental elevado a los altares por la comunidad post-hippy y dueño de algunas imágenes de potencia casi hipnótica, poniendo cara a cara el mundo levantado por el ser humano y la naturaleza tal como el primero de nosotros debió encontrársela, algún día de nuestro pasado. Otra cinta magnificada por la música de Glass.

Ocurrió cerca de su casa
Otra de esas joyitas independientes a descubrir, ahora que los falsos documentales están tan de moda. Violencia, mucho humor y todo un himno al Cine coreado por una banda de borrachos.

Goya en Burdeos
En su particular estilo a la hora de acercarse a expresiones y figuras artísticas, Saura aprovecha el talento de Rabal y Coronado para presentar a Goya, al trasluz, en varios momentos de su trayectoria. Una gozada para los sentidos.

El quimérico inquilino
A partir de un texto infinitamente de carácter muy distinto, Polanski carga de comicidad y sarcasmo una particularísima caída en la locura que requiere de doble salto mortal...

Paranoid Park
Un relato retorcido en su difuso devenir temporal para vertebrarlo en un curioso antes y después de una imagen violenta e impactante, tan ligada a la muerte como otras obras de Van Sant que conforman una de sus etapas más interesantes: Elephant, Gerry...

Looking for Richard
Pacino en una especie de making of artístico. La trastienda de un Ricardo III interpretado por un elenco de lujo: Spacey, el Baldwin bueno, Winona Ryder y un largo etcétera.

La ley de la calle
Una virguería formal algo difusa en lo narrativo pero con un personaje de leyenda, para el recuerdo: El chico de la moto. Algunas imágenes son mágicas, con esos peces luchadores, rojo y azul, encabezando el ranking.

Una pura formalidad
Un juego basado en una mentira, pero muy buen tejido y con un cara a cara hiper disfrutable entre Depardieu y un comedido pero acertadísimo Polanski. Cine de género que no lo es tanto.

El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford
Lenta y tranquila hasta el orgullo, paciente hasta la extenuación, y hermosísima. Una preciosidad en laa que brilla especialmente Casey Afleck. Caligrafía exquisita, de museo.

La huella
Otro juego de mentiras, aquí mucho más entroncado con el mundo del teatro y si ningún tipo de vergüenza por crecerse en su carácter de Gran Guiñol. Olivier no quiere dejarse vencer y Caine se lo pasa pipa plantándole cara al Maestro.

El rey de la comedia
Prácticamente una no-comedia, si se me permite llamarla así. Cínica y oscurísima, desalentadora, mucho más meritoria y arriesgada de lo que su televisiva puesta en escena parece querer admitir. Inmenso De Niro en un papel muy poco agradecido.

Ensayo de orquesta
Una filigrana formal de Fellini con un fondo de discurso político demasiado evidente, pero disfrazado de divertimento musical muy sabroso.

El séptimo continente
Uno de los primeros Haneke, desmenuzando con la frialda marca de la casa la caída en la apatía de una familia acomodada. El tramo final, puro destrozo material -no entraré en más detalles- está rodado con unas ganas contagiosas.

Kundun
La estética al servicio del buenrollista mensaje del Dalai Lama. Pero qué estética, qué montaje, qué colores, qué música. Una gozada para los sentidos.

La noche es nuestra
Cine de género construído sobre todas las claves clásicas pero con la exquisitez técnica de James Gray. Enorme Joaquin Phoenix y, sobre todo, una persecución de coches para el recuerdo.

Soñadores
Cinta de juvenil explosión erótica, de la mano de un habitual del género: Bertolucci, que funde (o confunde) las pulsiones del encierro de tres jóvenes (dos de ellos hermanos) con el aflorar de la libre conciencia general de mayo del 68.

Manhunter
Michael Mann comienza a descubrir su sello en varias secuencias memorables de una cinta algo irregular. Primera aparición de Hannibal el Caníbal en la gran pantalla, sin el eco que luego obtendría Hopkins.

Teniente corrupto
Indescriptible, inexplicable, una película para "asistir" a ella con la boca abierta y aterrorizado. No tiene al Nico Cage desatado que sí tiene el enfermizo remake de Herzog pero, mejor aún, tiene a un Keitel que no es que crea en el personaje; es que lo vive. Él es el teniente corrupto.

El beso de la pantera
En manos de Paul Schrader un clásico del cine de terror se convierte en un film erótico sobre el despertar sexual de la felina Nastassja Kinski. La música de Giorgio Moroder, por una vez, magnifica el resultado final.

El hombre que cayó a la tierra
Marcianada al servicio de un David Bowie perfectamente metido en la piel de este inmigrante de largo recorrido. Más allá del pop y de una época de gusto esquivo. Una oda al "todo vale".

JCVD
Dios salve a Van Damme. Un joven cineasta belga le ofreció aquí su redención fílmica incluyendo un demencial monólogo en el que el viejo Jean-Claude... ¡llora!

Homicidio
Tonos marrones, oscuros y discretos para un relato gris de policías grises, con un confuso trasfondo religioso. Y, por supuesto, con el obligado giro final marca de la casa Mamet. De sus mejores películas.

New York, New York
Scorsese pasado de coca, una película que no se sostiene por sí sola pero que antes de desmoronarse brilla hasta la ceguera con varios instantes de talento desbordante y desbordado.

Amenaza en la sombra
Terror en una Venecia nunca mostrada hasta entonces, lejos de la postal: callejuelas oscuras y un montaje entrecortado que anticipan un final muy recordado. El otro abrigo rojo más famoso del Cine...

The Driver
Mucho bebe de aquí la famosísima Drive, si bien el tono badass no hace aquí acto de presencia. Pero sí tenemos a ese mudo antihéroe, amigo del anonimato y la discreción. Su némesis, demasiado bocazas, ejerce de contrapeso demasiado repelente...

Yakuza
Añísimos antes de Black rain, Yakuza ya exploraba el choque de culturas Oriente-Occidente con la excusa de una trama criminal. La figura cansada de Mitchum ayuda lo suyo.

Doble cuerpo
Una locura del mejor De Palma, director que se disfruta mejor siempre que no se toma a sí mismo demasiado en serio. Del suspense más hortera al erotismo menos erótico pasando por un número musical dequiciado y fantástico: Relax, don't do it!

Desaparecida
Terror psicológico holandés... Una estructura curiosísima para narrar una historia mil veces contada, esta vez de un modo muy diferente. Su desenlace adelanta una película española reciente de mucho éxito...

Sidney
Su gran valor, descubrir el primer trabajo de una de las vacas sagradas actuales: Paul Thomas Anderson. Irregular, con instantes soporíferos y otros de inesperado brillo. Pues eso, una primera obra llena de aristas.

El espía
Cine de género (espías, intriga, suspense) clásico, en blanco y negro y con una gran peculiaridad: No hay diálogos en toda la película. Esta exigencia formal se salva de forma algo artificial en algún instante pero por lo general está resuelta con brillantez. Toda una curiosidad, sobre todo en una película con tantos años a sus espaldas.

Southland tales
Rareza indefendible. Puede gustarte, puedes disfrutarla... pero incluso así, es imposible defenderla en un debate mínimamente serio. Richard Kelly en ese clásico momento en el que a un joven talento, demasiado endiosado, se le va definitivamente la olla.

Wise Blood
Un Huston extraño y con alguna subtrama directamente ridícula. Pero la evolución de esa enferma y débil mente protagonista en su encuentro con la espiritualidad (llamémoslo así) es interesantísima. Acierto, también, la elección de Brad Dourif como protagonista.

Plan diabólico
Ciencia-ficción barata, de la de apagar la mente y permitirse disfrutar sin demasiada reflexión. Los títulos iniciales definen el producto... pero no anticipan la fiesta orgiástica de la vendimia: Un largo tramo pisando uvas (literal), antes de volver a lo que mandan los cánones del género.

Breaking and entering
Un Minghella algo flojo pero con un Jude Law brillante, infravalorado, cargando con absolutamente todo el peso de la película. Uno de sus mejores trabajos interpretativos.

Fido
Una gran intro para una comedia algo más floja, por lo demás. Pero el meteórico resumen de las Guerras Zombies merece la pena por sí solo.

Shopping
Primera película de otro Paul Anderson, en este caso Paul W. Anderson, que curiosamente intenta contar algo, intenta ser lo que luego, nunca más, ha pretendido. Se luce con sus máquinas de humo, contraluces, luz artificial, música atronadora y protagonistas plenos de carisma (Sadie Frost y Jude Law en pleno romance juvenil). La historia no hay por donde cogerla pero... ¡es lo de menos!