Este viernes se estrena Pompeya, la última película de Paul W.S. Anderson. Aprovecho para hablar de su personalidad y su filmografía. Y de paso ofreceros un vídeos comparativos con grandes películas.
Hay montones de cineastas con muchísimo
talento y con obras maestras a sus espaldas que podrían haber sido
objeto de mi análisis. Pero no, he decido que vale la pena hablar
sobre Paul W.S. Anderson un director que dudo que le interese
a muchos cinéfilos. No confundir con Paul Thomas Anderson, ese es el
bueno. La filmografía de Anderson es difícilmente defendible. Sus
películas son entre malas y pasables, con alguna excepción
realmente buena. Y sin embargo, espero su nuevo estreno con
interés y casi siempre disfruto con sus películas. A ver si al
terminar este texto descubro por qué.
Centrándonos: Anderson se dedica a rodar cine de género, principalmente ciencia ficción. Él mismo escribe la mayoría de sus películas y hace un tiempo que también produce. Tiene algunos éxitos de taquilla, como la saga de Resident Evil, Mortal Kombat o Alien vs Predator. Especialmente reseñable es Horizonte Final, cine de terror de culto, que precisamente no tuvo demasiado éxito comercial.
Creo que la palabra que asociaría rápidamente con este director es "diversión". Sus películas pueden ser mejor o peores (a veces muy peores), pero es difícil que lleguen a aburrirme. Anderson está dispuesto a recurrir a cualquier truco de guión por barato que sea para conseguir dar al público lo que quiere. Por otro lado, es un guionista muy práctico, jamás se excede en metraje (sus películas suelen durar poco más de hora y media, lo cual se agradece en un tiempo de tonterías de más de dos horas), no deja tiempos muertos y juega muy bien con los niveles de intensidad.
Parte siempre de temas extravagantes pero no se contenta con ello y busca continuamente ofrecer algo más -por disparatado que sea. Voy a explicar esto con un ejemplo. Hace poco hizo mucho ruido una película con una premisa disparatada: Iron Sky (sobre nazis escondidos en la cara oculta de la luna). El punto de partida era hilarante, sí, pero nadie se molestó en buscar un desarrollo. Lo cierto es que parece estúpido desarrollar algo así. El resultado fue un tostón con mucho relleno y sin la más mínima gracia. Anderson se lo habría tomado en serio y habría buscado un argumento que sostuviera hora y media la película. En Alien vs Predator no se conforma con la premisa. Dosifica muy bien los tiempos, incluye un grupo de personajes protagonistas y les saca partido. El resultado: quizá haya algunos momentos de vergüenza ajena pero ni se me ocurre mirar al reloj.
Si la premisa es convencional, tampoco pasa nada. Hace no mucho, ha realizado su versión de Los tres mosqueteros, un proyecto, en principio, muy trillado. Sin embargo, Anderson, que no está dispuesto a aburrir, incluye de todo en la película. Para empezar, introduce así como quién no quiere la cosa, el steampunk: armas imposibles, mecanismos de relojero, barcos voladores. Mila Jovovich (quien por cierto es su mujer) es una Milady que hace piruetas a cámara lenta. Aunque sin duda, mi momento favorito es la presentación de Athos. Algo que nadie podría esperarse de un mosquetero:
Los "homenajes" de Paul W.S. Anderson
Algo a lo que no tiene ningún miedo es a copiar descaradamente, incluso a películas recientes, sin disimular el contexto. Vamos a ver algunos ejemplos. Empecemos precisamente por Los 3 mosqueteros. Ni me molesto en explicar lo que vais a ver:
Está claro que Indiana y Milady tienen formas diferentes de afrontar los retos, pero como ya sabéis, el camino de vuelta de Indiana es igual de atropellado. El caso de Indiana Jones no queda ahí, está claro que Anderson es un gran admirador de Spielberg. En Alien vs Predator, como he dicho, no se conforma con esa mezcla explosiva, y va más allá. Por un lado, fusila las ideas de Stargate de forma bastante clara en el argumento. Pero visualmente, además de guiños a John Mactiernan (director de Depredador) tiene algunas referencias visuales al Indiana Jones de Spielberg. Y es que uno de los personajes es arqueólogo. La poco sutil mente cinéfila de Anderson no busca complicarse más: arqueólogo, aventuras... Indiana! Eso sí, al contrario que en el ejemplo anterior, aquí decide copiar en pequeños detalles: la manera de quitar el polvo a una inscripción, la forma exacta de señalar tres elementos que componen un acertijo (como Indiana en la biblioteca de Venecia de La última cruzada). He elegido un plano sin importancia, para destacar que Anderson se molesta en referenciar en todo momento. El contexto es exactamente el mismo: un arqueólogo en una excavación.
Veamos otro ejemplo, más largo y más claro. Todo el mundo copió en su momento el estilo de acción de Matrix, pero creo que solo Anderson lo sigue haciendo en un tiempo en el que ya está pasado de moda (aunque sea capaz del estilo contrario, moderno y seco, en Death Race). Lo hace en la saga de Resident Evil de forma general, pero es especialmente concreto en esta escena de la cuarta entrega.
No es lo único que le debe a la saga. En su telefilm The Sight, el mismo uso del conejo de Alicia en el país de las maravillas que se hace en Matrix. Y en la misma entrega de Resident Evil, el villano es básicamente un calco de los guardianes de Matrix. Está claro que la película le gustó.
El telefilm comentado, The Sight es un buen ejemplo. Lo rueda un año después del estreno de El sexto sentido. El título ya tiene un parecido considerable, conceptualmente y por su sonoridad. El argumento implica a un tipo que ve fantasmas, que le piden ayuda para resolver sus cuestiones pendientes. Hay escenas similares en un funeral y demás. Pero me llama la atención el uso de las transiciones. El vídeo es muy corto y al estar en el orden inverso no canta tanto, pero viendo la película la sensación que deja es la misma.
Por cierto, a mitad de la película se cansa y pasa a ser un policiaco clásico de televisión británica. La animación tampoco le es ajena. Obsérvese qué parecido explota Tokyo en el clásico del anime, Akira y en -otra vez- Resident Evil 4.
En cuanto a Soldier, una de sus películas más disfrutables, no se trata tanto de una copia como de una referencia. El guionista de la película es David Webb Peoples, el de Blade Runner. Peoples asegura que Soldier se desarrolla en el mismo universo que Blade Runner, aunque en otro planeta, lejos de la tierra. A la película que sí recuerda de manera muy obvia (y en mi opinión, superándola) es a Soldado universal. Una premisa similar y un título que no disimula demasiado.
ntes hablaba de Horizonte final como terror de culto. Sin duda, es su mejor película y uno de los mejores scifi-terror de los últimos 30 años. Esta vez fue Anderson el que sirvió de inspiración para otras películas como la genial Sunshine de Danny Boyle o la menos genial Pandorum (esta última debió ser con su permiso, porque él era uno de los productores). Pero que sea su película de mayor calidad, no nos va a privar de copias ni mucho menos. En su momento, algunos la definieron como "El resplandor en el espacio". Veréis que no hace falta esforzarse mucho para identificarlo:
Además hay algunas escenas
alucinógenas con una mujer desnuda en la bañera que remiten
directamente a las de la película de Kubrick. Por otro lado, la
locura demoníaca de Sam Neil recuerda bastante al rol del mismo
actor en En la boca del miedo, de John Carpenter (otro
cineasta al que Anderson referencia constantemente). Pero hay una
referencia más importante. Más que "El resplandor en el
espacio" yo diría "El resplandor + Alien".
He dejado esto para el final porque considero que Alien,
la saga, es el mayor referente en la obra de Anderson.
Alien vs Anderson
El primer tercio de Horizonte final es básicamente Alien. Podemos ver en este vídeo una escena de cada una de las dos. En ambas está situada hacia el principio. El objetivo es el mismo en las dos: el capitán cuenta a la tripulación cuál es la misión, después de que todos hayan despertado ya de la hibernación. El grupo es similar en número, en actitud, en roles. Incluso la disposición de la sala y el punto principal de la cámara es el mismo, salvo que Anderson recurre mucho más al montaje, como es natural en los 90. Ahí va:
En la quinta entrega de Resident
Evil, la protagonista toma a su cargo una niña, en referencia
clara al Aliens de Cameron, convirtiendo así a su querida
protagonista en una nueva Ripley. Pero por si a alguien no le ha
quedado claro, Anderson lo confirma con una situación en la que la
niña es atrapada en una incubación de huevos al más puro estilo
Aliens.
Obviamente, tenemos Alien vs Predator, que es toda una declaración de amor a todos los elementos característicos de la saga. Y tampoco le es ajeno ese universo a la hora de representar las naves espaciales de Soldier.
¿Qué es Paul W.S. Anderson? ¿El rey del plagio? ¿Un artista postmoderno? ¿Un reciclador? ¿Un chatarrero? ¿Un sinvergüenza? Seguramente un poco de todo, pero por encima de todo lo demás, es alguien que no ha olvidado que las películas de entretenimiento necesitan su chispa. Eso es algo que no se puede decir de la mayoría de blockbusters de superhéroes y similares que nos aburren mortalmente con morralla enlatada de más de dos horas.
Anderson rueda con ganas, con la ilusión de hacer la película que él querría ver, como un espectador de sesión doble. En ciertos aspectos -su gusto por el remix, su querencia por el género, su empeño en no aburrir y en ponerse en el punto de vista del espectador- Anderson se parece a Tarantino. ¿O no es Mila Jovovich su Uma Thruman? ¿No es Death Race su Death Proof? Solo le falta su talento, claro. Ambos han trabajado con Kurt Russell o Christoph Waltz. Anderson es también un honroso heredero de Peter Hyams (Atmósfera Cero; 2010, Odisea 2), con su ciencia ficción de serie B tan juguetona. Y por supuesto, le debe mucho a John Carpenter, con su gusto por el disparate y su supeditación absoluta al entretenimiento con estructuras sin tiempos muertos. ¿O no podría Anderson haber rodado Fantasmas de Marte?
Puede que Paul W.S. Anderson no sea un buen director, puede que hasta sea un mal director, pero es el mejor director malo.