Festival de San Sebastian. Ciclo: La nueva comedia americana
Judd Apatow ha llegado a ser denominado como el Rey de la comedia estadounidense, así que no podía faltar uno de sus títulos en este ciclo del Festival de San Sebastian. Virgen a los 40 es el primer film que dirigió para la gran pantalla, aunque su experiencia era ya dilatada en facetas de productor y guionista, tanto para cine como para televisión. Este título le abriría las puertas a público de todo el mundo y las películas que vendrían posteriormente como Lio embazaroso, tambien como director, o Supersalidos, Paso de ti, Hermanos por pelotas y Superfumados (que también padrá verse en este mismo ciclo) en entre otros.
Su tipo de humor queda claro desde el principio, dónde la sutilidad queda fuera del panfleto y la ironía es algo inexistente. Virgen a los 40 es una comedia romántica, que se adereza con los tópicos entre las relaciones de hombres y mujeres y la camadilla masculina habitual. Para muchos, la gama de secundarios con su larga retahíla de gags, tanto de temática sexual, como racial, la convierten en la clave para la comedia del siglo XXI. Para otros, no es más que otra demostración de simplismo y trivialidad.
Pocas dudas caben tras el título sobre la trama principal, aunque si hay algo que hay que reconocerle a Apattow, es la agilidad de sus diálogos, que pese a contener vulgaridades varias constantemente, tienen cierta chispa en su realización. Conviene recordar que se tuvo que eliminar algunas escenas para que el puritarismo de la industria estadounidense permitiera exhibirla en todas las salas. Puede que incluso le hicieran un favor, porque la versión en dvd sin censuras que pudimos ver en nuestro país era innecesariamente más larga y se hacía mucho más pesada.
Steve Carell, quien debe agradecer a esta película su lanzamiento a la fama, es el personaje protagonista, aunque también fue co-guionista junto con Apattow. Su personaje es una mezcla de pringado y friki, que se rodea de un elenco de amigos del trabajo variopinto pero interpretando cada uno su rol necesario. Dos de ellos, Paul Rudd y Seth Rogen, se han convertido en habituales del cine de Apattow.
Una comedia mucho más romántica de lo que se pretende al principio, que cumple las expectativas con diálogos endiabladamente obscenos y groseros, pero que al contrario no muestra esa ordinariez con imágenes. Divertida o soez, eso ya depende del tipo de espectador que se sea.