El estilo con que Tom Vaughan ha rodado este film, apuesta personal de Harrison Ford para cambiar de registro interpretativo, es correcto y previsible. Imposible penetrar en los personajes planos, aunque el director se esfuerza en remarcar los momentos emotivos. Como la vela de 8 años cuando sabemos que la niña solo vivirá 9. Y otra que denuncie en La red. El cine no debe ser pantallas de ordenador con presentaciones de reuniones, pps's, power's point's, cuadros tecnologicos y de resultados de negocios.
Estos films de casos reales, con grandes médicos detrás, por mucho aceite de la vida que se le eche, les cuesta un mundo alcanzar categoría de película. Se limitan a ser un drama familiar de television, con unos padres empeñados en avanzar a la ciencia por la izquierda, esto no es difícil con tesón, con una madre tan especial como Keri Russell.
Si que sirve le film a través de Brendan Fraser y Jared Harris, para entender una vez mas, porque no adelantamos mas en los campos de investigación de las enfermedades conocidas o no, que intereses obstruyen claramente este proceso y como no se puede romper el protocolo entre la fortuna, el conocimiento, la pasión personal y las instituciones ancladas en sus intereses y graficas ascendentes. Mientras iremos realizando maratones publicos de beneficencia.