Ha sido una grata sorpresa. Ya en mi precítica vaticinaba que esta película pertenecía a la corriente de cine emergente particularmente en México. No está sobrevalorada, ni siquiera me parece exagerado que haya pasado por tantos festivales. Tiene algo especial que lo notas cuando termina y ya no estás a oscuras. Tampoco ha vendido el bostezo ni el aburrimiento. Tan de moda en este festival de San Sebastián las películas con bajo presupuesto que utilizan esos planos estáticos. Al contrario que en Gasolina, Lake Tahoe utiliza esos planos estáticos de larga duración llenando el espacio dignamente, expresando lo que quiere expresar en ese espacio, con un coche, con un perro, un hombre, lo que sea, pero en movimiento, hablando, sacándole jugo. Porque la falta de movimiento de la cámara no es sinónimo de carencia de historia, de narración, de muerte interpretativa. En ese sentido, no hay queja alguna. Conforme y satisfecho con el ritmo impuesto a toda la cinta, amable con el tiempo, respetándolo.
En el aspecto interpretativo, Lake Tahoe no se ha gastado dinero y se nota. La historia como tal ha ayudado para que el reducido reparto lo borde. Todos los personajes del film son variopintos, desde el abuelo del perro hasta el muchacho fan de Bruce Lee. Joaquín, el protagonista camina en una espiral alrededor de todos éstos. Fernando Eimbcke ha preferido darle fuerza desde un inicio al conflicto, es decir, al accidente de coche y sus consecuencias y después pasar al drama personal de Joaquín. Una opción a la que no estamos tan acostumbrados y nos lo meten todo empaquetado. La cinta tiene dos partes claras, la primera sencilla, con ritmo, la que cuenta el conflicto, la carnaza. La segunda después del conflicto, la historia personal del prota, la cual se ha hecho un poco larga, aunque no hayan sido mas que veinte minutos. Los últimos minutos ha ido a dos diez por hora en segunda.
En general, una película con muy buenos detalles, especial, con un alma festivalero que muy pocas acaban teniendo. Recomendable. Cuatro estrellas sin duda.