Esta directora austríaca ya estuvo en Cannes en el 2001 con su película menor Lovely Rita, al parecer no muy bien acojida en general, primero porque sería un film plano y lento de adolescente europeo sin ánimos y segundo porque el cine austríaco no hace demasiados esfuerzos por gustar comercialmente. En el 2004 volvió con Hotel, una especie de film también menor con ganas de introducirse en el misterio y el suspense de las montañas.
Ahora, y celebrando el 150 aniversario de las curaciones de Lourdes, esa popular ciudad donde se nos cuenta de todo a los creyentes y a los no creyentes, quiere entrar de lleno en el universo de las curaciones en una historia que nos podemos imaginar. Contará con la actriz protagonista Valeria Brubi-Tedeschi, a la que hemos podido ver en Un buen año o en Munich de forma secundaria.
No espero demasiado de una película que ya parece ser demasiado sincera con su título y su cartel, a base de una mezcla de intenciones por destacar en las tramas evidentes con tintes de trabajo profundo. Su anterior trabajo es fugaz y lento, no se le recuerda demasiado y ahora, con el paso y aplomo del apoyo de una Arte France Cinéma está en este lugar de especial mención del que no espero ninguna sorpresa ni mérito extra.