Como siempre apuntamos desde esta página, Hollywood sigue empeñándose en demostrar al mundo entero que su imaginación se está agotando, o, al menos, no está a la altura de lo que los ávidos productores necesitan para llenar sus arcas. De ahí la insultante proliferación de remakes o de revisitaciones de clásicos, como el caso que me ocupa ahora.
El inmortal texto de Julio Verne ya ha sido llevado en innumerables ocasiones a la gran pantalla. La más reseñable de todos sea sin lugar a dudas aquella protagonizada por David Niven y Cantinflas. Ahora bien, con el pretexto de los efectos especiales nos cuelan ahora esta nueva versión. Porque los productores de la cinta dirán: "en los 50 no se podían rodar escenas de tanta acción y tan realistas como ahora, ahora sí, y además con Jackie Chan".
Muy bien, así que entonces nos venden esta nueva versión con el cebo de Jackie Chan (nunca tiene dobles) y de unos efectos especiales que darán como resultado una animada cinta de aventuras, seguro que para toda la familia. Correcto. Sigámosles entonces el juego. ¿Y quién está al cargo de esta empresa? El director de la cinta es Frank Coraci, máximo responsable de "The Waterboy" y "El chico ideal"; dos películas muy alejadas de los brincos de Jackie Chan. Entonces, ¿qué me voy a esperar? Un no querer demasiado y esperar mucho. Una miscelánea de brincos de Mr. Chan, que seguro que va a eclipsar incluso al personaje de Phillias Fog (interpretado por el ignoto Steve Coogan, que seguro que estará muy alejado de su papel de Tony Wilson en "24 hours party people"), una sucesión de gags de humor fáciles, y una estética de comedieta fácil en exóticos lugares. En definitiva, una película entretenida, basada en un sólido y bien fundamentado guión, y en la que si consiguen cargárselo para aburrirme será como para encarcelarlos.