Qué pereza esta película del desesperado Tom Cruise. El actor en caída en picado se deja en manos del director de Tron: Legacy y trata de seguir siendo lo de siempre, un héroe a base de frases miles, acción a raudales y 850.000 primeros planos por película.
La ciencia-ficción con adornos y la trama resabiada y previsible del film me agotan llegando siempre al pensamiento de más de lo mismo. Espectáculo, puestas en escena con posiciones establecidas, gratuidad y simpleza de las emociones.
La única manera de querer ir a ver este film es necesitar escapar de algo o de alguien y necesitar un buen escondite oscuro. O tener dudas sobre las competencias de nuestro aparato auditivo y querer probar su eficacia ante el tremendo estruendo del megavolumen aplicado en este tipo de films de nuestras multisalas comerciales.
Si eres amante del cine de acción y grandes imágenes con efectos. Es tu película. Que te aprovechen las palomitas.