Entienda el lector que el precrítico a veces se sacrifica por él. Tenemos el compromiso de opinar sobre toda la cartelera, cosa que supone que a veces tengamos que escribir una líneas sobre cosas como Tengo algo que deciros. Y no es que en Tengo algo que deciros se cometa algún pecado especialmente grave... ¡ojalá! lo que más me repele de esta película es que no haga falta más que un par de fotogramas para saber ante qué tipo de subproducto cómico italiano estamos.
La película aborda el tema homosexual desde la comedia. Poco a poco, la comedia homosexual empieza a estar tan trillada como el terror de adolescentes. Y es que el mayor problema de un subgénero se produce cuando muestra todos los síntomas clásicos del "discurso agotado". Nada más que decir. Ya se han explotado todas las situaciones cómicas y aproximaciones posibles. No hay más.
Quizá lo mejor de esta película es lo barata que es. Quizá, estrenar una comedia homosexual en temporada navideña sea un síntoma del fin de una época y quizá en el futuro aparezca alguna gran comedia que renueve el subsubgénero...
...pero seguro que esa comedia no es Tengo algo que deciros.