Poca luz se puede arrojar sobre lo
que nos espera de una de las franquicias Marvel que más tiempo lleva rentando. Un
irreverente, altivo e irónico Robert Downey Jr. sigue dando vida a Iron Man. Y sospecho que no será la última de este superhéroe.
La primera parte gusto mucho, aunque la segunda decepciono un poco, disminuyendo un poco el nivel. Pero el personaje de Tony Stark destaco sobre el resto de los demás en el Los Vengadores, por lo que creo que en esta tercera entrega su valoración viene reforzada para el público adepto a este género. Personalmente no quiero dejar pasar la oportunidad para decir que el Capitán América es una decepción constante. Ahí queda eso.
La saga estrena director, Shane Black, quien también ha escrito el guión junto con Drew Pearce. Tras la cámara, el único trabajo anterior de Black fue
Kiss Kiss Bang Bang, también con Robert Downey Jr, un thriller que intentaba salirse de los cánones habituales del género. Pero como guionista, si que tiene un bagaje mucho más impresionante, siendo el autor de toda la saga de Arma Letal o de El ultimo boy scout. Parece irle como anillo al dedo el perfil gamberro y satírico de estos films al estilo que debe imprimírsele a
Iron Man.
Originalidad, ninguna.
Espectacularidad, toda. Todo el mundo sabe que recibirá acción, pero la gran
duda es, si lo harán de manera entretenida. Por lo menos parece que el punto de
mala leche no le vaya a faltar.