El terror, el thriller, una mezcla rara es la que nos presenta este film con muchas espectativas pero suyas, porque yo no espero demasiado, una hora y pico de más o menos buena presencia, y una historia digna de ver pero sin profundizar demasiado. Muy cuidada seguro, con un director novel con experiencia sobrada en televisión, nos reportará emoción y curiosidad en este tipo de films que siguen la estela de Seven, por ejemplo, tratando de atrapar al espectador sin entrar en lo comercial sin guión de siempre, pero tampoco llegando a mucho más que una película que ver y listo.
La psicología del film, que la hay y con bastante intención, vean ustedes, será llevada sobre las espaldas de un actor de garantías como Stellan Skarsgard, al que hemos visto bien en muchas lides y registros como en El exorcista: el comienzo, Fantasmas de Goya o como le vimos en la de Lars Von Trier llamada Rompiendo las olas. Le acompaña Melissa George, experta en films con impresiones fuertes como en Turistas o la reciente 30 días de oscuridad y Selma Blair, tampoco con filmografía de terror y tensión como en Hellboy (también en su segunda parte) o La niebla.
Así que a los amantes del típico juego de policías detrás del malo de turno, con sus giros sorpresivos, sus pistas desarrolladas y emocionantes, y muchas veces decepcionantes, finales, les gustará una película que no será demasiado recordada pero tampoco del todo olvidada. Será un buen intento para un director que seguro tiene más oportunidades.