La oleada de nominados y premiados en los César casi siempre irrumpe en nuestras pantallas con productos interesantes, y de buen corte, como éste, melancólico, de miras altas tratando el amor y la vida como una oportunidad que no atiende a edades ni situaciones.
Una obsesión en los guiones franceses, el film es quizás demasiado localista para su público, otra vez una historia de remonte emocional a cierta edad ya avanzada. Si la dirección no será cosa de andar por casa, tampoco las actuaciones pero lo previsible la hace menos atractiva, más de lo mismo, aunque esté bien hecho termina por dejar a un lado voluntades.