Lo primero que salta a la vista en esta película es su
exagerada falta de presupuesto. La calidad de la imagen es verdaderamente mala,
al nivel del cortometraje digital más pequeño. La ambientación es muy
deficiente, se diría que la fotografía no es mala sino que simplemente brilla
por su ausencia, la dirección artística está bajo mínimos, además continuamente vemos
planos en los que faltan extras por todas partes, calles vacías y lugares
artificiales. El trabajo de sonido es casi tan pobre y los efectos especiales,
excepto en el tramo final donde parecen haber echado el resto, son de risa y
esta película los necesita. No tiene sentido hacer una película como esta con un
presupuesto tan insuficiente. Y menos una trilogía.
Todo esto podría justificarse con un guión afinadísimo o una
dirección atrevida. Desgraciadamente nos encontramos en la situación opuesta.
La dirección es tan convencional que todas las carencias técnicas y artísticas
se resaltan con luces de neón. Los fundidos encadenados me hacen pensar que
estoy viendo un proyecto de instituto. Diría que parece un telefilm o una teleserie, pero ni siquiera llega a ese nivel. En cuanto al guión, es imposible que
salve la papeleta cuando es precisamente el peor defecto de la película.
Como no hay que llevar a cabo una adaptación, eso es lo que
nos muestra. Recopilar con ahínco todos los sucesos de la obra para que se
quede fuera lo menos posible y cambiar al mínimo el argumento. La fidelidad es
lo importante, que los personajes sean muy parecidos a los del papel y que no
se pierda ni un nombre ni una situación.
Así lo que se consigue es lo que hemos visto, un
interminable transcurrir de situaciones en las que no se pone el acento, sin
emociones ni fuerza. Como película fracasa estrepitosamente, aunque se intuye de
fondo una historia con potencial. Falta, por encima de todo, talento
cinematográfico. Está claro que sólo se quiere apoyar en el fanatismo hacia la
obra original.
Se salva un poco por el mínimo interés que mantiene el argumento (que no el desarrollo) con su intriga durante un metraje muy largo, y la compasión que provoca un producto tan barato.