La película está bien hecha. La trama está un poco liada pero se sigue bastante bien. La dirección es correcta. La historia también. No digamos Jean Reno: correctísimo... o sea, vamos: la película es muy aburrida.
No entiendo por qué se han hecho muchas de las películas de éste festival. El cine de terror, tradicionalmente, tiene dos vertientes: la gente con ganas de hacer cine, que no tiene mucha pasta, y decide rodar alguna trama típica de terror, y las grandes producciones dedicadas a sacar pasta mediante la venta de palomitas.
A los primero los entiendo. A los segundos no. ¿realmente éste tipo de películas siguen dando pasta? Me resulta difícil de imaginar. Sé perfectametne que al común de los espectadores le encanta ver una y otra vez las mismas tramas, las mismas situaciones, las mismas caras porque así las reconoce y se siente inteligente. Si le das algo nuevo, tienes el riesgo de que no lo entienda. Se sienta tonto. No le guste. Y no lo vea. Esto es el "a b c" del marketing. Pero también es cierto que, paradójicamente, si a la gente le das siempre la misma fórmula desarrolla defensas y al final se vuelve inmune.
La gente ya es inmune a tramas como la de ésta película, y no te digo ya el espectador de la Semana. Yo creo que ésta película no puede dar dinero, por lo menos no el suficiente como para justificar su existencia. Además estoy convencido de que tiene que haber por ahí gente con ideas novedosas. Desde Precriticas, consciente de que escribo en un medio de enorme influencia mediática, imploro una oportunidad para las nuevas ideas, por parte de las grandes productoras de palomitas.