Crítica de la película La ecuación del amor y de la muerte por Keichi

Aunque países como Japón y -sobre todo- Corea acaparen gran parte de las alabanzas al cine asiático, la sombra de China siempre se cierne sobre el conjunto de la producción cinematográfica oriental. Haciendo honor a su condición de gigante despertado de su letargo, el cine chino es terriblemente complejo, tan atrevido y lleno de propuestas como inabarcable para el espectador occidental. Su soberbia fotografía, la concepción de sus planos y la calidad de sus actores hacen que a veces juegue en otra liga. Basta mencionar a un director como Wong-Kar Wai para darse cuenta de la tremenda sensibilidad que imprimen a sus películas. Es una lástima que todavía haya mentalidades cerradas que piensan que la inmensa mayoría de películas chinas solo son copias baratas de títulos como Hero o La casa de las dagas voladoras.

Cao Baoping dirige y escribe el guión de esta producción made in Hong Kong. Aunque este sea su primer largometraje, este hombre ha sido profesor de la Academia de cine de Pekín así que sobra decir que sabe lo que se trae entre manos. Los diferentes protagonistas de la películas están encarnados por los actores Zhou Xun, Deng Chao, Zhang Hanyu y Wang Baoqiang. Aunque a nosotros nos suenen -nunca mejor dicho- a chino, algunos de ellos son grandes estrellas mediáticas en su país de origen. The equation of love and death parece tocar palos tan diferentes como el thriller y el drama romántico, pero se vende como una historia de amor en la que varias personas cruzan sus destinos. Lo cierto uno no sabe con certeza si nos encontramos ante una gran producción comercial o una película de autor. Teniendo en cuenta como es el cine chino, quizás sea ambas cosas.