No soy muy de este tipo de cine. Veo más a mi compañero Beiger, por ejemplo, disfrutando de una buena película de este perfil. Pero como parece que El hombre sin pasado está pasando también sin repercusión, sin ruido, voy a pararme unos minutos a llamar vuestra atención sobre ella.
No parece, a priori, que estemos ante nada excepcional. Cine de acción coreano, con premisa argumental de las que mil veces hemos podido encontrar -tranquilos, no entraré a desvelar absolutamente nada. Dirige Lee Jeong-bwom, para él es su segunda película y os aseguro que la primera no la he visto, no.
Si me detengo en ella es porque allá donde ya se ha visto aseguran que, para los fans, estamos ante esos ocasionales films orientales del género que llaman realmente la atención por la calidad técnica y también por el ingenio y el mimo con que se coreografía cada secuencia de acción.
En definitiva, esta precrítica va a un mensaje muy sencillo: Si eres fan de ese preciso y frenético cine oriental, ésta no la dejes pasar, en serio.