Shyamalan (El incidente, La joven del agua o El bosque) regresa y lo hace en los mismo derroteros en los que se parecía meter en plan flirteo. Se trata ahora de manera seria de una consolidación de la pareja Shyamalan-Cine comercial lejos de su sello de identidad. La ciencia ficción es su nuevo objetivo tras Airbender El último guerrero, aquel film de corte infantil inducido por su hijo que sorprendió a todos y mostró la mediocridad en su filmografía. 3 años después continúa en su nueva cruzada de cambiar.
Will Smith (Yo soy leyenda, Hancock o Yo, robot) y su hijo Jaden Smith (The karate kid), serán los protagonistas de una película que bien podría llamarse Las aventuras de Jaden con carteles en los que pondría el hijo de Will Smith continúa la saga pero esto lo digo yo, a base de enchufismo nepótico. Cine comercial, cine de aventura situado en un futuro que se nutre de un concepto de ser humano superviviente, nos suena. El cine de Will Smith es un cine normalmente espectacular pero decente, el cine de su hijo no lo creo tanto.
Por tanto, no creo que cumpla las expectativas de los seguidores del director Shyamalan en una película previsible y fantasiosa, no creo que sea de calidad extrema en cuanto a un guión provocado para encontrar un héroe adolescente a medida, y no creo que esta película fuera de su inevitable marketing sea un antes y un después o una película de referencia. A diseño de taquilla es difícil triunfar en calidad. Adiós, Shyamalan, fue un gusto conocerte.