Parece que este junio de 2007 va a ser el mes del cine francés en nuestro país. Se está aprovechando el inicio del verano para estrenar discretamente varias películas francesas, pero a diferencia de La última nota o Avril, la película que ahora nos ocupa no es precisamente la de un director desconocido. Patrice Leconte es uno de los autores más exitosos del país vecino. Suyas son, entre otras muchas, El marido de la peluquera o Ridcule.
Nos trae una de esas comedias francesas que se ven cómodamente sin necesidad de ganas pero que tampoco te dejan ningún poso después. De esas que pueden llenar una tarde de domingo porque simplemente no te apetece cambiar de canal. Un argumento facilón de enredo con posibilidades de media risa que será difícilmente mejorable. Dudo mucho que sea capaz de sacar algo interesante de ahí como ya hiciera con un argumento similar Lars Von Traer en El jefe de todo esto.
Un argumento a favor podría ser la participación de la película en el pasado festival de Tribeca, pero creo que no va a ser suficiente. No estaba a concurso y posiblemente completaría un relleno justificado únicamente por la presencia de un director de renombre.
El protagonista no podía ser otro que Daniel Auteuil, especialista en comedietas francesas como Usted primero o El juego de los idiotas. Eso sí, también le vemos en producciones más serias como Pintar o hacer el amor o la genial Caché. Su “mejor amigo” será Dany Boon, con quien ya trabajó en El juego de los idiotas y a quien podremos ver en la próxima adaptación de los irreductibles galos, Astérix en los juegos olímpicos.
No tengo intención de ir a buscar esta película, si un día me la encuentro en televisión en el horario adecuado ya la veré.