La masai blanca, está basada en un libro autobiográfico escrito por Corinne Hofmann, una mujer que viajó a Africa y acabó siendo parte de una tribu masai.
A lo largo de sus larguísimos 131 minutos de duración asistiremos a una visión totalmente romántica de África, olvidando que se trata de un lugar mísero y pobre donde el sida campa a sus anchas mientras las diferentes tribus se matan entre sí.
En lugar de eso podremos ver cómo la "masai blanca" tendrá problemas para abandonar sus costumbres occidentales que, además, chocarán con las africanas. Por en medio tendremos historia de amor entre blanquita y negrito (sin ánimo de ofender a nadie) rodeados de un bello e idílico paisaje africano, retratado con una fotografía amarillenta preciosa.
Éste tipo de películas suelen cabrearme bastante. África no mola, no es un sitio para románticas historias de amor, es un sitio de enfermedad y sufrimiento.