La sensación que a uno le queda tras ver Feast es que la película ha funcionado como un reloj. Feast es una película hecha por y para fans del género que ya se las saben todas. Por eso, el héroe muere en primer lugar y el niño en segundo, porque ésta no va a ser otra estúpida película americana de acción.
En Feast no se explica cosas que no hace falta explicar. La película maneja perfectamente su ritmo, sabiendo alternar diálogos cómicos y escenas de acción. Muchos encontrarán que se trata de una copia de Abierto hasta el amanecer. Me gustaría recordar que ésta tampoco es una película original, sino que sabe beber de un montón de sitios. Es por ello que el argumento de la falta de originalidad para mí no va perjuicio de la película sino que le ayuda a completar un buen producto.
Sin duda Ben Affleck y Matt Damon han sabido invertir correctamente en éste producto que, pese a que no pasará a la historia del cine, resulta de factura notable, entretenido, sólido y muy disfrutable.