No es mi estilo, no es mi cine, pero he de reconocer que el señor Martin Scorsese y el señor William Monahan me han convencido con creces. Uniendo su dirección y su guión respectivamente, han logrado una cinta que no decae en ningún momento, y que en su tramo final, discrepando con mi compañero Sherlock, va subiendo y subiendo, abofeteandote la cara y diciendo, ¿no has tenido bastante?, pues toma, toma y toma.
Mención especial para Di Caprio, que está maravilloso, para mi mejorando su trabajo de “El aviador”.Nicholson, travieso e inteligente, en su papel de villano al que no puedes odiar. Mark Wahlberg, divinamente descontrolado. Damon , un poquito mas flojo, pero cumpliendo con su personaje.
Esa escena en la que Di Caprio y Damon, los dos con sus teléfonos móviles en la oreja, esperando, sin decir nada, mientras puedes sentir como pasan a toda velocidad miles de ideas por sus cabezas, me hizo sentir escalofríos de placer.
Endiabladamente entretenida, que en sus dos horas y media, no te deja tiempo para respirar. Tensión y acción a raudales, que cumple a la perfección con su cometido: introducirte totalmente en situación y hacer pasar el rato volando. Un lujo de thriller.