Con ocasión del quinto aniversario del 11-S pude ver en Cuatro un documental sobre la reconstrucción de lo allí sucedido, con comentarios de supervivientes y familias de víctimas. El resultado fue estremecedor.
Oliver Stone, ¿quién si no?, nos trae esta película como un cuenco de sal sobre una herida que aún presenta síntomas de no cicatrización. Sin entrar a hacer ninguna valoración política, de utilidad o de oportunismo, Stone va a conseguir que estemos allí dentro, en las Torres, en el pánico, en el infierno, durante nada más y nada menos que 2 horas.
Maria Bello ("The cooler" o "Una historia de violencia"), Nicholas Cage ("La búsqueda", "El hombre del tiempo") y Stephen Dorff ("Shadowboxer") se van a encargar de transmitirnos lo que fueron aquellas horas malditas de aquel fatídico día.
Visualmente será grandiosa, con un guión que forzosamente rayará la exaltación heróica, y donde Stone nos dará otra clase de montaje mientras hunde su puño en la boca de nuestros estómagos.
No lo sé, hay argumentos para más, pero mi cuerpo no me dará más tras salir exhausto de la sala de cine.