Acelerada, concreta, contando y contando cosas sin cesar, la película nos atrapa en un suspense a velocidad de la luz mientras juega con nuestras imaginaciones. Descende poco a poco, y menos mal, o nos volveríamos locos de conectar y pensar, para mostrarnos la historia más entera, más detallista, con la que quiere convencernos, atraparnos hasta el final, haciéndonos sentir algo muy parecido a ella, oh, nosotros grandes conocedores del problema.
Con fotografía triste y sin margen para el optimismo, es en ese momento cuando uno vuelve a ver lo bueno que es Tornatore. Nos ha engañado con la intriga y el suspense para dejarnos caer en una realidad mucho más grave de lo que pensábamos. Giro total que nos arrebata aunque no me guste el enterno resurgir del enemigo, así, tan sin darle tiempo a ahogar más la tensión
Una película por encima de todo superior a lo normal, fácil de ver, difícil de evitar, totalmente pensada para el espectador. Un regalo que pocas veces se puede recibir. Bravo. Porque consigue mostrar un problema, sin agotar su faceta morbosa, llenando de detalles de la persona y no tanto de sus desnudos y actos sexuales que normalmente son el foco de la noticia. Podemos decir que se muestra un hecho desde lo profundo de sus consecuencias y no tanto desde lo visual de la misma. La esclavitud y sus consecuencias de un mundo que este director insite en demostrar que no conocemos tanto como podemos pensar.