Está clara la influencia de Michael Moore en este documental, en este y en el resto de los documentales americanos que van saliendo.
En referencia a él diré que la factura es peor, menos original, menos redonda, aunque no está mal del todo. Y por otro lado, me parece más propio hacer chanzas sobre “Garganta profunda” que no sobre la guerra, las armas, todo eso. Creo que este estilo está más en su lugar aquí.
De todas formas, huele un poco todo esto. Estos documentales para tontos, osea para el pueblo americano, (no es que lo piense yo, deben pensarlo quienes hacen estos documentales), donde te dan todo en papilla y te ponen la música sombría cuando aparecen los “malos” y la música alegre ante nuestros héroes... pues no me va. Disfruto con algunos de sus chistes pero tampoco demasiado.
El tema es interesante (aunque con una hora iban sobrados) y no demasiado pretencioso, excepto en el final que tildan a la película porno (cutre en mi opinión como muchas de hoy en día, que no nos engañe su rollo antes era mejor) de un elemento de lucha por la libertad. Vamos hombre. Pero como digo el tema es interesante. Por eso se queda en tres.