Unos hechos reales que sonarían a chiste si no fueran... reales. Si no fueran tan desagradablemente escabrosos serían deliciosamente escabrosos.
El director, el berlinés Martin Weisz viene del mundo del video donde se había hecho un nombre. Ya sean musicales (para grupos como Nickelback) o publicitarios. Por lo demás, aparte de un cortometraje, no tiene mayor experiencia en cine. Como tampoco tiene experiencia el guionista T. S. Faull.
La película ha sido prohibida en Alemania, suena raro pero allí aun se hacen estas cosas. Esto sin duda es un aliciente más para verla.
Ha pasado recientemente por el festival de Sitges con mucho éxito: dos de sus actores, Thomas Krestchmann y Thomas Huber se llevaron el premio al mejor actor ex aequo. Weisz se hizo con el premio al mejor director. El premio a la mejor fotografía fue para Jonathan Sela, quien ultimamente ha trabajado en “La profecía”.
Tiene todos los boletos para ser vista, y muchas opciones de ser una mala película.