Buen intento al servicio de lo mejor, pero por lástima el trabajo es menor, deficiente y no tanto en los parajes, y localizaciones, sino en las interminables escenas de no suceder nada, tratando de estirar hasta lo más recóndito el misterio a base de gemidos y miradas.
Monica Bellucci intenta sostener un personaje, pero tanta cámara persiguiéndote a cada momento acaba por terminar un personaje tan entristecido, y a la vez sin recursos como el que se presenta.
La nota es justa incluso alta, por las buenas intenciones, pero en un final largamente estirado donde la mala Catherine Deneuve se limita a estar sin padecer, y el trabajador Moritz Bleibtreu (Las partículas elementales o Munich) resulta tan obvio y absurdo en sus peleas de crío, que da lástima hasta ver otra vez el cuerpo desnudo de la gran protagonista para tratar de que el personal no se duerma.
Los animales, eso sí, una elegante y buena manera de ganar enteros, bien hechos.