Christopher Nolan hace una
parada dentro de su taquillera saga del hombre murciélago para
afrontar Inception (Origen en nuestro país). Podría pensarse que el director se
refugiaría en una producción más pequeña y tranquila para descansar de su anterior megaproducción, pero nada
más lejos de la realidad, la Warner le ha puesto 200 millones sobre
la mesa para esta nueva película, tan ambiciosa o más que El
caballero oscuro.
No hay más que ver algunas de las
espectaculares imágenes que ya circulan por ahí para comprender que
el gasto estaba justificado. Se trata de un flirteo con la realidad
virtual y los sueños, que podría causar un impacto visual
comparable al que Matrix consiguió a finales de los 90.
Aunque esto es mucho adelantar acontecimientos. Es difícil
deslumbrar, en un tiempo en que el público ya está de vuelta de
todo, y acostumbrado a los mejores efectos especiales, pero cuando
detrás de los derroches técnicos nos encontramos con la imaginación
y sobre todo, con la inteligencia de este director, las expectativas son mucho
mayores. De momento, como era de esperar, la película ya tiene su
versión IMAX como sucedía con las dos entregas de Batman.
Realidad virtual, mucho cyberpunk y la
palabra rompecabezas como presentación del producto, algo que en
manos del autor de Memento, resulta esperanzador. Por otro
lado, un terreno pantanoso a la hora de mantener la integridad del
guión. Mi mayor temor se encuentra en que nos cuele algún truco
tramposo como ya ocurriera en su anterior "descanso", El truco
final.
Creará su atmósfera de suspense,
intriga y una densidad dramática agotadora, jugando con la
estructura, para conseguir un ritmo constante e imparable, apoyado
probablemente en grandes bloques de montajes secuencia y desorden
cronológico controlado (sumado en esta ocasión al posible desorden
de planos de realidad). Atención a la banda sonora de un Hans
Zimmer en plena forma, que exprimirá al máximo el constante
crescendo de una trama sin descanso hasta el climax.
Un repartazo, en el que encontramos intérpretes ya conocidos en su cine, como Michael Caine, Ken Watanabe (un japonés no puede faltar en un cyberpunk que se precie) o el misterioso Cillian Murphy. Dos jóvenes emergentes, Ellen Page (Juno) y Joseph Gorden-Levitt (500 días juntos). Una elección insospechada será la de Tom Berenger (similar a la que fue Eric Roberts) , con esa cara de cartón piedra que funcionará en según qué personaje. La actriz francesa de moda, Marion Cotillard, y el gran protagonista, Leonardo DiCaprio, uno de los mejores actores del momento, que suma así otro de los grandes directores a su lista.
Todo está dispuesto para que nada pueda fallar. Si Nolan no nos da gato por liebre al final de la película estoy seguro de que veremos una de las películas más impactantes y disfrutables de la década. Este verano lo descubriremos.