Memorables momentos nos ha dejado esta película de coñas alienígenas. Por poner unos ejemplos, y empezando con mi escena favorita, comentar ese momento en la playa con la pértiga (el micrófono), que para mí ha sido un momento de cine maravilloso. La locura de la segadora y la música en el cassette, el duelo a media noche entre los campesinos galeses y los aliens, o en general casi cualquier momento en el que saliese el galés que más sobrevive (de principio a fin). El plano inicial del espacio que termina en una pareja follando en el campo de las rocas que no deja de tener reminiscencias de cementerio, es tremendo.
Un montaje exageradamente rápido que le deja a uno un poco sin aliento. Independientemente de si era lo que se buscaba o no, me ha parecido excesivo. Una dirección a la altura de la película en general, que conseguía enfatizar tanto los momentos de acción como los de asco y los de patetismo. Mucho momento insulso o situación estúpida.
Una gamberrada que hubiera sido mejor para verla en el principal o por lo menos en cuadrilla con unas palomitas.