Puedo decir con alegría que no me ha defraudado esta película. Y, es que, cuando uno espera tan poco es difícil salir defraudado. Eso sí, seamos serios, la película es mala, cae en todos los tópicos del género, tiene malas interpretaciones, momentos irrisorios y todo avanza a golpes de torpeza.
Para empezar, el argumento es una especie de batiburrillo. Además de “Alien” y “Predator” encontramos un exagerado mal plagio a “Stargate”. También podemos observar algo más que influencia de “La esfera”.
Pero todo esto da igual, porque sólo se trata de colocar las piezas sobre el tablero. Lo importante es el juego que dé. Y no da mucho. Con situaciones como esa en la que la protagonista y el chico observan a Predator claramente por primera vez y él dice “Todo empieza a tener sentido”. El mismo personaje es el responsable de la estúpida deducción de los “10 minutos”.
Aquí, lo importante, es entrar en la mecánica de aprovechar estas cuestiones como cómicas, y seguir disfrutando de la película, que no deja de ser un pequeño espectáculo.
En cuanto al esperado enfrentamiento, es burdo, y se fuerza el cara a cara en primer plano, como para dar sentido a la película. Es interesante ver los combates y observar como cada uno utiliza sus técnicas. Por cierto, creo que queda bien claro quien gana, ¿no? Ji, ji, ji.
Casi no vale la pena comentarlo por evidente, pero diré que, desde luego, no se aprecia el ambiente asfixiante de “Predator” (¿en la antártida?), y no entra excesivamente en juego la invisibilidad, la cautela del cazador, etc. Por el otro lado, el universo “Alien” es algo totalmente ajeno a este circo, y todo la parte que le toca a Alien se convierte en mecánica y algo aburrida.
No es la nota más baja porque realmente me he divertido, porque el aspecto visual está correctamente terminado y porque este proyecto no nace con más pretensiones, pero desde luego, por lo que respecta a su calidad cinematográfica, la película no vale nada.