Esta película fue estrenada en 2007, en el Festival de Cine de Cannes. Su director es el reputadísimo Hou Hsiao-Hsien, asiduo del festival de la costa azul francesa, en el que ha participado seis veces, y en el de Venecia, con dos participaciones. En su filmografía figuran títulos tan brillantes como El maestro de marionetas, Milleniunm Mambo o Ciudad doliente. Tengo presta y dispuesta para ser vista a Flores de Shangai.
La película supone un homenaje al mediometraje dirigido por Albert Lamorisse, en lo que suponía el 50 aniversario del mismo, mediometraje con el que obtuvo, ni más ni menos, el Óscar al mejor guión original.
El principal problema de esta película puede estar en el tufillo a alargue que puede tener. La historia, en manos de un maestro como Hsiao-Hsien, puede dar lugar a un cine contemplativo y de regodeo en la belleza de París y del rostro de la actriz protagonista, Juliette Binoche. La originalidad del argumento se puede ver sepultada por una película de postal en la que la suma de tanto encuadre agradecido y de postal, haga darnos cuenta que nos falta un poco de charla y una copa en la mano.
Una película para los que les gusta disfrutar de la vertiente menos narrativa del Cine y más visual.