Me apetece que aún existan osados que se atreven con películas como ésta de temática digamos inusual. La transexualidad llevada al punto del humor con drama de hijo con problemas puede ser muy codiciosa y dar una patada a los miles de centenares que la tratan con el desdén del drama y la poca sensibilidad de la comedia.
En esta ocasión, algo me dice que el humor bien colocado y la fantasía de exposición de un problema distinto pueden cuajar con la templanza de no querer sobreexplotar una sorpresa de trama inicial en post de enganchar al público que ya no tiene remedio y no puede escapar. Puede que en esta ocasión sea lo que sucede lo interesante, más allá de la risa y la originalidad inicial.