Nada menos que el primer Woodstock es el nuevo tema que Ang Lee ha elegido para su última
película. Un acontecimiento único en la historia de la música y una buena
oportunidad para estudiar la sociedad americana a partir de un hecho que marcó
a gran parte de una generación. Cuantas veces hemos oído a un personaje decir "yo estuve en Woodstock". En plena explosión hippie, Woodstock se
convirtió más que en un festival de música, en un acontecimiento social.
Una premisa perfecta para este director tan variado como
eficaz. Es perfecta porque Lee puede ofrecernos aquí una amena comedia llena de
ritmo y música mientras puede dedicarse a lo que verdaderamente le interesa,
observar, mostrar. Ya se pudo ver en su momento un documental que estaba montado por el mismísimo Scorsese.
Unos cuantos actores emergentes como Emile Hirsch (Hacia rutas
salvajes), Paul Dano (Pozos de ambición) o Dan Fogler (Number 13), junto a una veterana de la talla de Imelda Staunton. Un buen reparto. La película se pudo ver en Cannes
y ahora llega al festival de San Sebastián, en la sección Perlas de otros
festivales. Una manera de acercarnos al modo de pensar de finales de los
sesenta, una época importante, que ha marcado nuestro presente actual.