La aparición de un director novel español que parece apuntar maneras y que se atreve a iniciarse con el thriller o el terror, puede nublar mi juicio a la hora de precriticar una película como la que nos ocupa. Bosque de sombras, La noche de los girasoles o El orfanato son ejemplos de buenísimos títulos dirigidos por principiantes patrios, aunque lamentablemente no todos han gozado de la misma publicidad.
Pero centrándonos en este film, estamos ante el debut como director de Gabe Ibáñez, con mucha experiencia en publicidad y un corto de terror titulado Maquina, entre otras cosas, a sus espaldas. Para su ópera prima cuenta con un guión de Javier Gullón, quien también escribiera la cinta de suspense El rey de la montaña. Este thriller psicológico promete sobre todo calidad técnica, fuerza visual y una atmósfera opresiva, aunque estará por ver si el ritmo no acaba oscureciendo el angustioso argumento que de principio podemos presuponerle.
En su participación en el Festival de Sitges este año, no tuvo muy buena acogida, aunque se llevó el premio a la Mejor Actriz para Elena Anaya (Van Helsing, Solo quiero caminar) compartido con la protagonista de Thirst. Puede que no vaya a convertirse plato de buen gusto para todos los públicos, pero creo firmemente que puede convertirse en una experiencia visceral y agobiante. Y un novato que se atreve con algo así, merece por lo menos un pequeño voto de confianza y ójala se convierta en otra ópera prima de calidad.