Clint Eastwood, a pesar de sus casi 78 años - los cumple el 31 de mayo -, no para de trabajar, y bien, a juicio de crítica y público. En la última década ha filmado casi a película por año: Deuda de sangre (2002), Mystic River (2003), Million Dollar Baby (2004), y el díptico de Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima (2006).
A pesar de ser un apasionado del "eterno retorno", no quiero resucitar viejas discusiones en torno a lo que me pareció la sobrevalorada Million Dollar Baby, prefiero quedarme con la enorme Mystic River, por no jugar en esta división la fabulosa Sin perdón.
Sin ninguna duda, Eastwood es el último director clásico vivo, y no se me malinterprete con esta afirmación. Está claro que Clint bebe de los clásicos, pero no los imita, ha sabido adaptarlos y su manera de rodar está plenamente vigente en nuestros días, siendo cada uno de sus estrenos, referencia cinéfila del año en curso.
El viejo Clint vuelve al thriller con una película que se centra en un hecho real acaecido en los años 20, con guión de J. Michael Straczynski, que aparte de ser una prueba imposible en un concurso de deletrear, ha sido el guionista de numerosas series de televisión, y, sobre todo, de Babylon 5.
El prestigio de Eastwood le ha permitido juntar un reparto de campanillas encabezado por Angelina Jolie, una actriz que cerró muchas bocas con su interpretación de la Sra. Pearl en Un corazón invencible, junto con John Malkovich, un actor que es capaz de lo mejor y de querer ganar mucho dinero, y al que veremos también en lo nuevo de los Coen, Burn after reading.
No sé vosotros, pero a mí lo que me cautiva de esta película es imaginar la escenografía años 20 tratada con la sensibilidad de Eastwood y con la luz de su habitual Tom Stern, del que me maravilló su trabajo en Million Dollar Baby y Mystic River. Si fuese otro el director de esta película, me daría mucho miedo acabar viendo una película técnicamente perfecta y sin alma, pero del director de Cazador blanco, corazón negro o de Medianoche en el jardín del Bien y del Mal, me espero, siempre, alma, mucho alma.