Los tópicos del anime parecen repetirse en esta película una y otra vez. Protagonistas arquetípicos, futuro post apocalíptico, cierto mensaje ecologista a imagen y semejanza del maestro Miyazaki… Pero aunque pueda parecer lo contrario, esto no es necesariamente malo, y es que frente a otras producciones animadas niponas menos accesibles, Origin parece un film de aventuras para todos los públicos.
Los tópicos, lejos de perjudicar a la película, ayudan en este caso a que la historia resulte bastante más cercana para un público occidental que conozca por encima el corolario habitual de este tipo de producciones. Pero además, la espectacularidad técnica que atesora el film de Mamoru Hosoda -cortesía de los sempiternos estudios Gonzo en el que es su primer largometraje junto a Brave Story- hace de la película un autentico placer visual, colorista y estimulante.
Atención a la BSO -cuyo compositor, Taku Iwasaki, tiene ciertas obras notables dentro del mundo de la animación- y en especial al tema de apertura, interpretado por la cantante nipona KOKIA, apodada acertadamente “el pájaro cantor de Asia”.