El anime japonés no consigue romper con sus propios temas. En éste caso volvemos a tener a los humanos y la naturaleza enfrentados en una producción que visualmente debe ser la pera, pero que dudo que llegue a nada más.
Sin duda se trata del anime más clásico. Pero lo de clásico en un sentido profundo: clásico por sus técnicas de animación, totalmente tradicionales y clásico por empeñarse en darle otra vuelta de tuerca a los mismos temas. Entiendo que, para la cultura sitoista japonesa, la relación con la naturaleza sea importante. Lo que no entiendo es que sólo sepan hablar de eso.