Siempre se agradece una película protagonizada por un antihéroe o por personajes decididamente malvados. También me encantan los bueno-malos. Desde Vegeta en Dragonball o Shawyer en Perdidos, hasta sagas que nada tienen que ver como El padrino o casi cualquier personaje de Tarantino. Ahora, en las series, es una auténtica plaga: House, Dexter, Shark o Daños y perjuicios están plagadas de personajes malos malísimos, semi malos o antisociales... todo con tal de contrarrestar a tanto bueno con cara de pan como el Príncipe Cáspian de Narnia, Harry Potter o cualquiera de las sagas epico-fantásticas donde todo el mundo es tan bueno que da ganas de vomitar.
La Marvel ya nos ha ofrecido la alternativa a sus Spiderman o Los 4 fantásticos con el remix de Tony Stark que nuestro querido Robert Downey Jr. tan bien interpreta en Iron Man. Ahora le toca al rompetaquillas de Will Smith. Hollywood ha captado la tendencia fácilmente y nos ofrece una versión algo apastelada de un antihéroe. No me entendáis mal, seguro que da para exclamar varias veces eso de "Hey, qué cabrón!" pero tiene pinta de que será una película poco fresca, demasiado facilona y sin matices.
De todas formas puede ser un estupendo entretenimiento palomitero.