Tengo la convicción, que si en este documental participara algún ex candidato a la presidencia de una potencia mundial como pasó con Una verdad incómoda, acapararía las mismas críticas que esta. Todo lo que sea una denuncia a escala internacional, acaba siendo politizada, en un intento de echar por tierra lo que se nos cuenta.
Erwin Wagenhofer es el director de esta, me atrevería a decir, subversiva cinta, con verdades como puños que mostrar, que finalmente no sé si nos quitará el hambre o nos obligará a rebañar todos nuestros platos. Imágenes impactantes, entrevistas con declaraciones escalofriantes y una realidad que por mucho que se intente ocultar, es un síntoma de la globalización que nos embarca a todos en un tren de vida del que es difícil, pero no imposible, apearse.
Resulta siempre de lo más interesante ver esta clase de reportajes, que te abren los ojos a ciertos hechos. Wagenhofer realizó este su primer film en el 2005, que ha sido ganador de varios premios en Festivales internacionales. Su interés no se centrará en mostrarnos niños muriéndose de hambre, si no en denunciar un sistema podrido desde dentro. Ya tiene otro producto del mismo estilo titulado Let´s make money, dónde será el dinero lo que se cuestione.
Una ocasión ideal para remover conciencias y levantar una polvareda, si se lo permiten, que pocos se atreverían.