Crítica de la película Yo, puta por Iñaki Ortiz

Llamativo título y polémica de entrada. Si en “Rojo Sangre” se pretendía (que no necesariamente conseguía) satirizar sobre la unión del mundo del corazón más rosa con el mundo del cine, aquí tenemos algo casi opuesto. Lo digo en el sentido de que el asunto principal de este “Documental” es tema habitual en “Aquí hay tomate” y demás programas de aniquilación de la intimidad: la prostitución de lujo. Basada en la novela de Isabel Pisano.

He entrecomillado la palabra documental, y no ha sido por capricho, y es que al parecer, debe haber una pequeña mezcla de realidad y ficción. Dato importante es la participación de Daryl Hannah y Denise Richards. Y tampoco está de más comentar que se han utilizado diferentes técnicas de filmación.

¿Pero qué demonios estoy escribiendo? Esto no tiene ni pies ni cabeza, aunque quizá si recordamos que María Lidón, más conocida en el mundo del séptimo arte como Luna, quiso que su opera prima fuera “Stranded (Náufragos)”, esa arriesgadísima apuesta del cine español que trata de un viaje a Marte (ahí es nada), y que incluso usa los decorados de “Space Cowboys”; si recordamos esto, por qué extrañarnos de lo que pueda hacer con su segunda película.

En definitiva, Luna se ha debido proponer a sí misma no ser una más de ese grupo de satisfechos cineastas españoles que no saben hacer otra cosa que lo de siempre. Y sólo por esto, aunque yo no sea muy amigo de documentales, se merece que me gaste el dinerito en darle una oportunidad en su intento de hacer algo distinto. Que no se haga cine español, que se haga Cine.



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