Ganadora de la Biznaga de Oro a la mejor película y la Biznaga de Plata al mejor guión en el Festival de Málaga de 2009. Así se presenta la opera prima como director de David Planell, que también ha escrito. Es su primer largometraje, pero además de tener varios cortos en su filmografía, tiene una dilatada experiencia como guionista con varias series de televisión y títulos como Siete mesas de billar francés o Héctor, las dos junto a Gracia Querejeta.
Su apuesta inicial es bastante arriesgada, algo que ensalza la valentía de Planell. El retrato de una pareja que se enfrenta a una adopción, reflejado en pocas horas. Con este planteamiento se adivina mucho diálogo y mucha intimidad desvelada. Un reflejo de los sentimientos más ocultos y de como propiamente clama el título, de la vergüenza. Sin poder evitarlo, este título me ha recordado a Pudor de los hermanos Ulloa, que aunque no creo que logre ser tan próximo, si que consiga remover nuestras conciencias.
El gran peso de la cinta recaerá sobre la interpretación de Alberto San Juan (Casual Day, Bajo las estrellas) y Natalia Mateo (El patio de mi cárcel, Azuloscurocasinegro), con un gran duelo interpretativo por lidiar.
Hay que decir que la idea me crea mis dudas, pero eso solo alimenta mi curiosidad de ver como Planell se desenvuelve con ella. Todos los intentos de crear algo diferente me atraen y espero consiga mantener la atención del espectador y no caer en demasiados altibajos en el ritmo.