Descubrí a Hirokazu Kore-eda precisamente en el festival de San Sebastián, con After Life, hace ya trece años, y estoy muy agradecido, de la misma manera que agradezco que después trajeran Hana y especialmente Still Walking. Esta será ya la cuarta vez que el director presente película en Donosti. Uno de los más interesantes directores japoneses que sorprende en cada película con un tipo de cine distinto.
Ahora toca un cine que tiene en la
familia un componente importante, quizá no tanto como Still
Walking. Supongo que si aquella era lírica familiar, ahora toca
un poco de épica familiar. Una película de ilusión y de retos
personales. Aunque quién sabe con Koreeda, cuando su anterior
protagonista era una muñeca hinchable.
En todo caso, uno de los nombres más
importantes de la sección oficial de este año, y una de las
películas clave.