Cada vez me gusta mas el cine oriental y no me refiero al de patadas y tiros. Y es que como me pasa con Wong Kar Wai o Kim Ki-Duk, creo que Ang Lee posee esa sensibilidad especial, ese romanticismo intrínseco con el que nos muestra las pasiones humanas. A parte de su ya reconocido talento que abalan los premios que ha conseguido en festivales de primera línea como Cannes o Venecia, en los Globos de Oro o los Oscar, es un polifacético director, con títulos bien diferentes entre sí como Brokeback Mountain, Hulk, Tigre y Dragón, La tormenta de hielo, Sentido y sensibilidad o El banquete de boda.
En esta ocasión, nos trae una historia basada en una novela de Eileen Chang, centrada en la Segunda Guerra Mundial, con Shanghai como telón de fondo. Esta película ha ganado el León de Oro del Festival de Venecia y también se llevo el premio de Mejor Fotografía para Rodrigo Prieto, que había trabajado anteriormente con Lee en Brokeback Mountain y del cual podemos destacar otros títulos como 21 gramos, Alejandro Magno o Babel. En nuestro país, clausuró el Festival de cine de Valladolid.
Pero dejando atrás premios y festivales, faltaría a la verdad si no dijera el principal motivo de mis exageradas ganas de ver este film, que no negaré que se han agrandado por la polémica que ha suscitado en China. Y es que el protagonista es Tony Leung, una debilidad muy personal, que gracias a su triste mirada y su buen hacer, me ha cautivado en Deseando amar, 2046, Happy Toghether o Cyclo, convirtiéndose en uno de mis actores favoritos.
Para los más ávidos de información, señalar que acompañando a Leung habrá dos bellezas asiáticas, como Joan Chen (Sunflower, ¿Qué se está cociendo?)que quizá sea más fácil de recordar su cara si decimos que era la Josie Packard de Twin Peaks y la principiante Tang Wei.
No se qué elemento predominará en la cinta, si la trama política o el deseo desbordado. Pero si mantiene un cierto equilibrio entre ellos, con unas bellas imágenes encuadradas en la crudeza de la guerra y sabe llevar hasta los límites de la irracionalidad las conductas de sus personajes, habrá merecido mucho la pena la espera. Las expectativas, muy altas. Veremos.