Curiosidad inmediata por las cosas raras. Es una cuestión sencilla de entender cuando uno se dedica al mundo del cine y quiere entrar de lleno en las mentes de los amantes del espectáculo puro. Juan Diego Solanas, el director de Nordeste, argentino para más señas, debuta en Hollywood con un guión propio junto con Santiago Amigorena.
La disfrazada película de romance que nos ofrecen, con golpes de acción que probablemente sean lo que lo destroce todo, como ya sucediera con La isla, a recordar, promete una calidad visual tremenda, una genial disposición de elementos digitales en la muestra de dos mundos increíbles en todo lo amplio de la palabra.
Así, la ciencia ficción se cuela entre los dos personajes protagonistas, Kirsten Dunst (Melancolía) y Jim Sturgess (50 hombres muertos), suenan geniales y son geniales, pero ¿suficientes para sostener la peli de pelis que mezcla todo y encima entretiene alucinando?
Al final yo siempre digo que la acción lo acaba por joribiar todo. Allí donde estemos contentos con una película con cierta necesidad de creerse cosas pero razonable, esta llegará para esconder sus virtudes y hacernos pasar algunos minutos de pesadumbre atlético armamentística…pero quizás no…la película merece la duda.