Divertida y cachonda dentro de la propia acción, eso promete este excéntrico popurrí de estilos que se aúnan en la modernidad de un cine de artes marciales que ya estaba olvidado del todo. Aunque se la tilde de error es posible que tenga el aliciente espectacular suficiente como para salvar su propia vergüenza.
Al final, si a uno le sacan cine malo, al menos espera que se haga con arrestos y confiando o transmitiendo confianza en el propio producto defectuosos que se muestra consciente de sí mismo. Si además de eso hay entretenimiento, el decir no es más complicado, o el decir sí la veo puede ser más posible.
Pero como se nota demasiado que no soy un defensor del género aunque se amable con ella, comentar, para los seguidores del mamporro, que RZA dirige y actúa, un rapero de New York que insiste en incidir en el cine saliendo en títulos Repo-men, Los próximos tres días o Salidos de cuentas entre otras como demostración de la nueva línea de producción de este tipo de filmografía de patadas y peleas.
PD: ¿Que leches hace Russell Crowe aquí?