Y la historia es bonita, y las inversiones son loables, y algo no funciona en Tierra de pasiones. Creo que es una especie de limpieza tanto en las imágenes como en los diálogos. Queda artificial, como teatral, en excesivo abuso de la guapa de Noémie Godin-Vigneau.
Es una historia de las de siempre, con amor perdido, con fatalidades de la vida, engaños traicioneros pero falta la frescura de la realidad. Demasiado arreglada y limpia para mi gusto tanto en las conversaciones donde los malos y los buenos casi se besan para enfrentarse, como en la intentona de recrear una ciudad de la época, falta realismo, o al menos es lo que me ha faltado a mí a la hora de seguir el film con entusiasmo.
Le hubiera venido bien algo más de cantidad de escenas en París, a pesar de la curiosa aparición de Voltaire, algo más de intensidad en la conquista por parte de los ingleses así como más entereza en las reuniones previas a la lucha de los uniformados militares.
Le hubiera venido bien menos imágenes en primer plano de la guapa. y de la niña, y mayor amplitud de historia, no centrándose tanto en esa pareja de cine pero a veces infantil y demasiado risueña.
Al fin y al cabo el problema es que no me la creo, que resulta quizás bien estudiada desde el punto de vista histórico, pero un disfraz a la hora de transmitir la complejidad del momento, aunque esto sí lo consigua con la historia de amor de siempre, aunque algo floja. Todo mi apoyo en un gozo perdido.