Seguro que la primera impresión es bastante dudosa, pero sin embargo a mí me convence tanto grande y tanta cara de éxito en el panorama de actores con una película que aunque resulte de risa, con dos mafiosos enfrentados a escasos pasos uno de otro, mantendrá un rigor de comedia o mejor dicho de humor, para terminar por ver el género gansteril de otra manera menos seria y pomposa.
Una cita obligada al menos para reavivar el viejo espíritu de las salas de cine, en las que además de proyectar auténticas maravillas visuales y de acción, se puede disfrutar de unos cuantos enredos de matones con aire dicharachero y tranquilo.
No sólo de mafia seria vive el hombre.