Lo primero que hay que destacar de Buried es que, con pocos recursos, te mantiene interesado de principio a fin. Las limitaciones que se autoimpone son muy fuertes, pero consigue ingeniárselas para contar una historia con mucho magnetismo que te deja pegado a la butaca preguntándote si Ryan Reynolds conseguirá salir de su ataud o no. Pero si la película se quedara ahí, podría ser simplemente una buena obra de teatro. Lo que hace ir más allá de Buried es que cinematográficamente está a la altura de la apuesta. Con un uso inteligente del ordenador, o con recursos como basar la fotografía en la luz del móvil, Buried exprime los recursos que tiene alrededor, los reinventa y consigue ir más allá.
Otra cosa que me encanta es que sea una película totalmente comercial. Desde el principio, con esos créditos y esa musiquilla, ya te introduce un suspense y una tensión que pocas películas que triunfan en festivales suelen ser capaces de conseguir.
Quizá lo que no la hace una película cinco estrellas es que exista ya Última llamada, y que a uno le quede la sensación de que se trata de un "corto alargado". Es verdad que va más allá en sus limitaciones que Última llamada, y es verdad que para ser un "corto alargado" consigue mantener el interés durante todo el alargamiento, pero es probable que esta película no pase de ser una mera anécdota.
Sea como fuere, se trata de una película superdisfrutable que gustará a los que buscan una opción totalmente comercial, como a aquellos que se interesen por retos cinematográficos como conseguir contar una historia desde dentro de un ataúd.